El fonoautógrafo, inventado por el francés Édouard-Léon Scott de Martinville en 1857, fue el primer dispositivo capaz de grabar sonido literalmente hablando, ya registraba las ondas sonoras sobre papel ahumado, en forma de una línea en un soporte que constaba de un cilindro con humo de una lámpara, aunque después era imposible reproducirlo; sin embargo, este artefacto sirvió para comprobar que era posible registrar el sonido.
Au clair de la lune, mon ami Pierrot, prête moi—,
Esta es la primera grabación que se sepa de la voz humana, hecha el 9 de agosto de 1860 hecha por el inventor del fonoautógrafo, Edouard-Léon Scott de Martinville.
Martinville se inspiró en el oído humano e ideo un mecanismo formado por una gran bocina rematada en su extremo estrecho por una membrana tensada. Del centro de la membrana, parte una cerda de jabalí que descansa sobre un cilindro de hierro recubierto con una tira de papel ennegrecido con el humo de una lámpara de petróleo. La membrana, que hace las veces de tímpano humano, transmite la vibración de las ondas sonoras recogidas en la bocina a la cerca, la cual describe, en un recorrido helicoidal, un curso sobre el papel.
Las primeras investigaciones creyeron que la voz escuchada era la de una mujer, pero en 2009 se hizo una nueva edición corregida de esta voz, adecuándola a la voz de un hombre de 250 Hz correctos y no al registro inicial de 500 Hz.
Esta grabación, perteneciente a la canción «A la luz de la luna» fue realizada 17 años antes de la invención del fonógrafo por Édison, según descubrieron investigadores norteamericanos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley.
Fue en 2008 que este equipo del “Lawrence Berkeley National Laboratory” (California) se puso como objetivo hacer sonar las piezas originales del fonoautógrafo que habían encontrado en la oficina de patentes de la Académie des Sciences francesa.
El fonógrafo se componía de un cilindro móvil recubierto de una fina capa de papel de estaño y un diafragma que servía para el registro y para la reproducción del sonido acoplando una pequeña bocina. Esta campana recogía el sonido transmitiéndolo al diafragma y éste a una aguja que realizaba una serie de muescas sobre el estaño a mayor o menor profundidad según las vibraciones emitidas por el diafragma.
El movimiento se conseguía de forma manual al accionar una manivela. A pesar de su simplicidad, el tinfoil requería de una gran habilidad y paciencia. El estaño era delicado y quebradizo y permitía una o dos reproducciones a lo sumo. Emitía un sonido chirriante y distorsionado.
Llama la atención que su fabricación se realizara en Europa antes que, en Estados Unidos, debido a razones comerciales. Se quería que estuviera disponible para su venta con motivo de la Exposición Universal de París de 1878, y de esta forma dar mayor difusión a su nuevo invento
Pese a las numerosas demostraciones públicas, Edison no logró crear un mercado y su fonógrafo cayó en el olvido.
Diez años más tarde, Édison volvió al fonógrafo, esta vez decidido a hace el mejor aparato de grabación y reproducción. A mediados de 1890 comenzó a verse no como un juguete sino como un próspero negocio.
Aquella primera grabación de Édison de 1877, recitando «María tenía un corderito», no se ha conservado. El 12 de agosto de 1927, durante la ceremonia de las bodas de oro del invento del fonógrafo, Édison recitó en su casa de Glenmont, Nueva Jersey, este cuentecito demostrando cómo lo hizo sobre el primitivo tinfoil.
Mary had a little lamb
Édison, the man Este es el título de una película norteamericana de Clarence Brown, del año 1940. En ella se recrea la invención del fonógrafo.
La película no es buena y desde luego propaganda pura y nada imparcial: exalta todo lo bueno de este inventor ocultando lo malo y hasta le otorga la invención del cinematógrafo.
Yo vi esta película de niño y me cautivó el final con parte de la ciudad de Nueva York iluminada con luz eléctrica.
El fonógrafo de masas
En 1889, la Pacific Phonograph Company instaló en el Paraíso Royal Saloon, de San Francisco, la primera máquina fonógrafa accionada con monedas. Por unos pocos céntimos, los clientes podían oír canciones, gags cómicos y lecturas dramatizadas. El éxito popular fue talque en apenas dos años había instaladas 1.200 máquinas en salones, hoteles, estaciones de tren y otros espacios públicos. Era una empresa lucrativa pues una sola máquina podía recaudar hasta 1.000 dólares en tan solo 6 meses.
Édison, entonces, se dedicó a inventar la lámpara incandescente y abandonó el fonógrafo.
Su creación, en 1878, se debe de forma casi simultánea a David H. Huges en Inglaterra y poco tiempo después a Berliner y Édison en Norteamérica. Existen diferentes patrones, atendiendo al área de captación del sonido. Los más habituales son el direccional o cardioide, que recoge principalmente el campo frontal; el bidireccional, que recoge a ampos lados del micro, y el omnidireccional, que capta las ondas en un campo de 360 grados.
La aportación del micro en la grabación supuso la desaparición de las estrecheces e incomodidades de los intérpretes en los estudios de grabación además de permitir que se movieran libremente.
El gramófono patentado por el ingeniero Emile Berliner marcó un antes y un después en la historia del sonido, al permitir registrarlo sobre un disco plano.
El gramófono, a diferencia del fonógrafo, utilizaba un disco plano. Patentado en 1888 por el alemán Berliner, constaba de un plato giratorio, un brazo al final del cual se colocaba una aguja y un motor que hacía girar el disco a 80 revoluciones por minuto. El disco tenía una medida de 5 pulgadas y estaba hecho de una sustancia llamada vulcanite, o goma endurecida.
El gramófono se acabó imponiendo sobre su rival, el fonógrafo, porque a partir de un disco podrían realizarse otras varias copias. El fonógrafo solo podía tener el cilindro original.
Este reproductor fue uno de los más utilizados en la década de 1890 y durante los siguientes 60 años fue uno de los más conocidos. Pero no todas las familias podían permitirse tener un gramófono, pues, durante sus primeros años de vida, era un artículo de lujo.
Tomás A. Édison presenta su invento, el fonógrafo, en la sede de la revista Scientific American. La invención del teléfono por Alexander Graham (léase Greiam, no Grajan) en 1876, atrajo la atención del joven Édison, ya entonces un experto telegrafista. El primer modelo, llamado tinfoil por el soporte empleado que era papel de estaño, se completó en diciembre de 1877. Su presentación oficial fue todo un éxito.
El primer disco de vinilo debió nacer alrededor del año 1888. Fue patentado por el propio Berliner. Se caracteriza por los surcos colocados en forma de espiral en los que están grabadas las melodías, y normalmente se ordenan desde el exterior del disco hasta el punto central.
Fue el soporte principal de reproducción desde su invención hasta entrado el siglo XX. Podía almacenar hasta 45 minutos de grabación, en una sola cara, a una velocidad que iba desde 65 hasta 120 revoluciones por minuto (rpm), hasta que se estabilizaron en 78 rpm, aunque luego esta velocidad fue reduciéndose hasta las 33 rpm.
El mecanismo de grabación consistía en el roce de disco y aguja, mientras que el de lectura era mediante la reproducción de vibraciones entre disco y aguja.
El primer disco de vinilo que se grabó de la historia fue en 1902 y era de 78 rpm, se titulaba Vesti la Giubba, cantado por Enrico Caruso y fue todo un éxito con más de un millón de ventas.
Canta Caruso acompañado al piano por Salvatore Cottone, en una grabación de noviembre de 1902. Vesti la Gruba forma parte de la ópera de Ruggero Leoncavallo, titulada Pagliacci.
De la era de la grabación mecánica, pasamos a la época de la grabación magnética.
No quiero salirme del tema que nos ocupa, pero convendría detenerse un instante para conocer los intentos de sincronización entre la imagen en movimiento y el sonido. Y en este intento pionero aparece nuevamente el nombre de Willian Dickson. Hay que mencionar, su Dickson Experimental Sound Film de 1894.
Este cortometraje fue, al parecer, el primer intento de la historia de grabar la imagen y el sonido sincronizados. Se trataba del proyecto «Kinetophone» de Edison y Dickson llevado a cabo por ambos entre 1894 y 1895.
El experimento fracasó porque no acababan de comprender la sincronización entre imagen y sonido. El sonido de violín está grabado con el cilindro de Edison a través del cono enorme que sirve de micrófono, y la imagen con el Kinetoscopìo.
Biblioteca del Congreso conservaba la película. Sin embargo, la banda sonora del cilindro de cera se creyó perdida durante muchos años. Curiosamente, un cilindro roto con la etiqueta "Violín de W.K.L. Dickson con Kineto" fue catalogado en el inventario de 1964 del Sitio Histórico Nacional de Edison.
En 1998, Patrick Loughney, conservador de Cine y Televisión de la Biblioteca del Congreso, recuperó el cilindro y lo mandó reparar y regrabar en el Archivo Rodgers y Hammerstein de Sonido Grabado, del Lincoln Center, Nueva York. Como la Biblioteca no contaba con la tecnología de sincronización necesaria, Loughney, por sugerencia del productor Rick Schmidlin, envió al multipremiado Óscar Walter Murch una cinta de vídeo con los 17 segundos de película y un casete de audio de 3 minutos y 20 segundos de sonido, pidiéndole que los combinara. Mediante la digitalización de los medios y el uso de software de edición digital, Murch pudo sincronizarlos y completar el fallido experimento 105 años después. Esta película de 35 mm fue generosamente puesta a disposición del Archivo de Internet por Walter Murch y Sean Cullen.
La primera película comercial con sonido sincronizado y diálogos fue El Cantante de Jazz (1927), aunque la experimentación con el cine sonoro comenzó mucho antes, con intentos notables como la proyección pública de 1900 y la película experimental de Lee de Forest, de 1923, usando su sistema Phonofilm. Los sistemas sonoros más usados entonces fueron Vitaphone (sonido en disco) y Movietone (sonido en la propia película). Primeros experimentos
Dickson Experimental Sound Film (1894): El primer cortometraje sonoro sincronizado, utilizando un fonógrafo con un kinetoscopio de Edison. Proyección pública de 1900: La primera vez que se proyectó públicamente cine con sonido sincronizado en París.
Phonofilm (1923): El ingeniero Lee de Forest presentó este sistema, que grababa sonido en la misma película, sentando las bases para el cine sonoro. La era del cine sonoro comercial
Don Juan (1926): Fue el primer largometraje sincronizado con sonido, utilizando el sistema Vitaphone.
El Cantante de Jazz (1927): Esta película es considerada la primera película comercial con diálogos sincronizados, marcando el inicio oficial de la era del cine sonoro. Sin embargo, no toda fue grabada con sonido. A partir de ese momento, el cine cambia de manera radical, aunque se siguieron produciendo películas silentes por directores que opinaban que el cine mudo se bastaba a sí mismo. Desde entonces, las comedias musicales se multiplicaron. Lighs of New York (1928) . Lights of New York es una película del año 1928 dirigida por Bryan Foy y estrenada por Warner Brothers, que destaca por ser el primer largometraje con un 100% de diálogos sonoros de la historia del cine, utilizando el sistema de sonido Vitaphone.
El ingeniero alemán Fritz Pfleumer patenta en 1928, la primera cinta magnética, formada por una capa de polvos de óxido de hierro magnetizable depositada sobre una cinta de papel. BASF se une a AEG-Telefunken para desarrollar la grabación en cinta magnética utilizando la patente de Pfleumer, realizando carretes de cinta magnética sobre plástico y creando la grabadora “Magnetophon k1”, (de ahí el nombre genérico de magnetófono adoptado para estos aparatos). Este equipo constaba de: un dispositivo grabador, un amplificador, un altavoz y un micrófono. La primera demostración pública del mismo se produce en 1935 en la Exposición Radiotécnica de Berlín y la primera grabación en cinta de un concierto en directo se realiza también en Alemania en 1936, con la orquesta filarmónica de Londres y utilizando un micrófono de condensador de botella de Neumann. La polarización (pre-magnetización) de alta frecuencia introducida por AEG en 1941 permitió mejorar considerablemente la calidad del sonido.
A pesar del enorme éxito del gramófono, tanto este como el fonógrafo coexistieron y disfrutaron cada uno de sus respectivas compañías discográficas (Edison Phonograph Company y Victor Talking Machine Company), sus catálogos de artistas y un número importante de ventas.
Esta revolución, junto con la mejora continua de los micrófonos, transformó el consumo de cultura musical.
Imaginemos aquel público que ya no tenía necesidad de acudir al teatro para escuchar ópera o conciertos.
Además de esta revolución, el sonido llegó al cine y con ello las academias de dicción o los estudios de grabación especializados, dejando atrás rotulistas, músicos de orquestas, compositores y muichos actores que no supieron o no pudieron adaptarse al nuevo sistema, bien porque su voz no era la adecuada o bien porque se resistieron al enorme paso que se estaba produciendo. . .
LOS DISCOS Y EL CINE
Un observador mira el Kinetoscopio con unos auriculares, tal vez escuchando el sonido experimental de Dickson, y viendo a la bailarina Carmencita y al forzudo.
El Kinetophono
Kinetoscopio con las películas de Carmencita, el forzudo y el sonido experimental de Dickson
En la película The Artist, el protagonista, un actor de la época del cine mudo, tiene un sueño en el que se da cuenta que no tiene voz y que tenerla es lo más importante.Cuando se entera de que su productora no va a rodar más películas mudas, le dice al dueño que esa será una moda pasajera y que el cine mudo volverá a ser lo que fue.
Las luces de Nueva
Un momento, si, porque eso de ser la primera película con sonido tiene muchos novios. Nada menos que en 1923, Concha Piquer aparece en From Far Seville, un cortometraje grabado con el sistema Phonofilm que inscribía el sonido en la misma película, cuatro años antes de El Cantor de Jazz. Piquer interpreta piezas de su repertorio en este filme, que la Biblioteca del Congreso de EE. UU. considera la primera obra cinematográfica sonora. Fue realizado en Estados Unidos, en Nueva York. El sonido de la película está inscrito en la misma cinta que la imagen, un sistema creado por Lee De Forest. Este avance técnico en el registro sonoro, aunque diferente al sistema Vitafón usado posteriormente en El Cantor de Jazz, fue fundamental para el desarrollo del cine sonoro.
UN MOMENTO, POR FAVOR
Micrófono de cinta
Micrófono condensador de araña
Estereo Philips. 1979
Micro de carbón
Micrófono condensador
Micrófono líquido. 1876
Magnetofon Philips. 1951
Magnetofon Philips. 1988
Magnetofon Ampex 200A
Anuncio de cassettes Philips
Reproductor cambiador Philips 1970
Guateque de los años 70
Aunque los guateques se celebraban mucho antes con discos, la revolución de la cinta magnetofónica comenzó una etapa de
indivualización del sonido.
Tras la II Guerra Mundial Alemania se convirtió en una potencia en innovación en la captura y reproducción del sonido. Una vez
acabada la guerra, Jack T Mullin, soldado estadounidense se percató e introdujo en EEUU los nuevos desarrollos.
Años más tarde AMPEX Corporation crearía modelos para la radiodifusión y posteriormente para los estudios de grabación y cine.
1963 la empresa danesa Phillips lanzó el primer casete compacto.
A partir de ese momento, Japón lidera las investigaciones para reducir el tamaño de los dispositivos y crea el radio casete, uniendo
el casete y la radio con amplificador y altavoz integrados a un precio asequible y portátil.
Pero es en 1979 cuando el ‘Walkman’ de Sony cambia de manera definitiva la forma en la que la gente escucha la música. El
siguiente paso para mejorar la calidad del sonido lo darías estas mismas corporaciones con la llegada al mercado del disco compacto
en 1982. A continuación nace el ‘Discman’ por la necesidad de un reproductor del CD que tuviera más ventajas que el casete.
La principal diferencia con el gramófono es que el tocadiscos es totalmente eléctrico tanto para captar el sonido como para hacer girar el plato.
En 1925 se deja atrás la era acústica para dar paso a la grabación y reproducción del sonido de manera eléctrica. Desde el punto de vista del mercado y el consumo, la aportación de Berliner y sus discos planos fue fundamental: permitió sentar las bases del modelo de negocio de la reproducción musical (las casas discográficas).
Los discos evolucionaron desde los primitivos recubiertos de cera de Berliner, pasando por la pizarra, el caucho, la vulcanita, el celuloide o la laca Shellac hasta llegar al vinilo.
Su perfeccionamiento propició la aparición del elepé o disco de larga duración (Long Play en inglés), de 33rpm, lanzado al mercado por Columbia Records en 1948.
El formato nunca fue algo estandarizado, los había de 78, 45 y 33 rpm. La velocidad incide en la calidad del sonido pero al mismo tiempo, si gira más despacio, cabe más música.
Con la implantación del vinilo en 1948 se produjo la que ha pasado a la historia como “la guerra de las velocidades”. Cada casa discográfica tenía su propio formato predilecto y era el consumidor el que seleccionaba la velocidad adecuada para cada tipo de música – los 45, por ejemplo, funcionan mejor para la música Pop-.
De forma paralela al perfeccionamiento del tocadiscos se va a producir un descubrimiento que supondrá el siguiente paso en la hoja de ruta de la tecnología de registro y reproducción sonora, el magnetófono y la cinta magnética.
Sede de la casa de discos Columbia
De la era de la grabación magnetica, pasamos a la época de la grabación digital
En pocos años asistimos a una auténtica revolución en los sistemas de reproducción y en los formatos, lo que ha originado un cambio en la forma en que escuchamos y compartimos la música.
En 1995 nace el mp3 de la mano del Instituto Fraunhofer aunque fue en 1998 cuando se comercializó el primer dispositivo de reproducción mp3, MPMan, de 250 dólares y con una capacidad para 7 canciones.
Tras este se sucedieron muchos modelos y mejoras, como el iPod en 2001 que tenía capacidad para almacenar hasta mil canciones.
Sin embargo la verdadera revolución llegó de la mano de internet. Hoy el 75% de los consumidores acceden a la música de forma online. La creación de un software de intercambio de archivos, el llamado P2P (peer-to-peer), el auge de plataformas como Napster primero (finales de 1999) y MySpace, iTunes, Kazaa, Spotify o Deezer después, así como de aplicaciones y softwares de creación musical -Garage Band, Cubase, Logic, Protools…- abrirán las puertas a fans, melómanos, consumidores e incluso a los propios músicos, a un mundo nuevo, desconocido en sus inicios pero alentador.
Disco de laser
Walkman
LAS GRABACIONES
El cine se ha encargado también de recordarnos los modos en que se grababa el sonido.
La película tituladas Las dos hermanas de Boston, nos recuerda la fitgura del empujador, encargado de empujar literalmente a los cantantes hacia el altavoz que recogía el audio. Los retiraban cuando su sonido era vibrante y alto o los empujaban hacia el altavoz cuando cantaban piano y suave. La orquesta se acercaba al cono en los momentos precisos para que fuese escuchada.
En la película, interpretada por Laurizt Melchior, su perro se acerca a escuchar la grabación final, recordando el modo en que nació el sello discográfico HMV, His master voice (La voz de su amo).
En realidad emula al gramófono de Berliner, y su perro Nipper.
Comediscos
Compact disc. Sony. 1980
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