Tenor lírico
El tenor lírico posee el registro apropiado para interpretar la mayoría de los papeles pues puede adentrarse en los escritos para tenores ligeros o en el campo del tenor dramático, en el caso de que su voz, como le ocurre a Plácido Domingo, posea registros bajos. 

El repertorio, como he dicho, es muy amplio y lo detallo en recuadro adjunto, pero tal vez sea apropiado destacar el papel de Cavaradossi, de Tosca, en el que Domingo nos brinda una interpretación soberbia en el MET neoyorkino. Desde luego, nada que ver con la interpretación que hizo en su momento su compatriota, el tenor aragonés, Miguel Fleta cuya messa di voce es apabullante. No es mi deseo establecer comparativas ni mucho menos sentencias sobre la bondad de esta o aquella interpretación, pero incluyo aquí ambas exhibiciones con la sola finalidad de resaltar dos estilos.

El aria que escribió Puccini es plena mobidezza expresada por el reo de un modo melancólico y, sobre todo, desesperado. Es dificil encontrar un canto tan dramático como este (tal vez in Pagiacci, de Leoncavallo) en que la muerte irremediablemente acabará con todo lo delicado y bello. ¡Y que forma tan cruel de morir que recordando lo mejor del pasado!.

Las dos formas de interpretar las notas  de Lucevan le stelle (la de Fleta y la de Domingo) son espectaculares. La dramática interpretación de Fleta, sin embargo, resulta a mi juicio más eficaz y llena de sentimiento, con esa messa di voce en dos pasajes, extinguiendo la voz durante varios segundos y volviéndola  a encender con el mismo fiato y con una facilidad pasmosa. El final con un lloro dramático puede resultar excesivo a algunos aunque fue muy atractivo para el gusto de la epoca (1922). Fleta no volvió a repetirlo en ninguna de sus tres grabaciones posteriores. Domingo, como siempre, algo corto en los agudos.


        Alfredo, La traviata (Verdi)
        Arturo, I puritani (Bellini)
        Chevalier, Diálogos de carmelitas (Poulenc)
        David, Die Meistersinger von Nürnberg (Wagner)
         Il Duca di Mantova, Rigoletto (Verdi)
        Edgardo, Lucia di Lammermoor (Donizetti)
        Elvino, La sonnambula (Bellini)
        Faust, Faust (Gounod)
        Fenton, Falstaff (Verdi)
        Hoffmann, Los cuentos de Hoffmann (Offenbach)
        Lensky, Eugenio Oneguin (Chaikovski)
        Oronte, I Lombardi alla prima crociata (Verdi)
        Paris, La belle Hélène (Offenbach)
        Pinkerton, Madama Butterfly (Puccini)
        Rinuccio, Gianni Schicchi (Puccini)
        Rodolfo, La bohème (Puccini)
        Roméo, Roméo et Juliette (Gounod)
        Tamino, Die Zauberflöte (Mozart)
        Werther, Werther (Massenet)
        Wilhelm Meister, Mignon (Thomas)
        Arnold, Guillaume Tell (Rossini)
ALGUNOS PAPELES PARA TENOR LIGERO
ALGUNOS TENOR LIGERO

    Roberto Alagna
    Giacomo Aragall
    Evgeny Belyaev
    Jussi Björling
    Alessandro Bonci
    José Carreras
    Richard Croft
    Richard Crooks
    Giuseppe Di Stefano
    Salvatore Fisichella
    Ernst Haefliger
    Vittorio Grigolo
    Ivan Kozlovsky
    Alfredo Kraus
    Sergei Lemeshev
    Luis Lima
    Mario Lanza
Tenor lírico-spinto
Una de las voces más destacadas entre los spinto, además de Fleta, es, sin duda, Franco Corelli, con una potencia y mordente en el agudo extraordinarios. Su presencia física agraciada y su voz hacían de él un tenor completo, capaz de enamorar a quien le escuchaba y a quien, además, le veia.

Hay dos grabaciones memorables de este tenor interpretando a Turandot: una es la grabación que para la RAI hizo con su orquesta de Milán en el año 1958 bajo la dirección de Previtali, y otra es la que hizo años más tarde, en 1961, en el MET neoyorkino bajo la dirección de Leopold Stokowski.

En un principio iba a traer aquí aquella por el solo hecho de que veíamos interpretar a Corelli (además de escucharle). He preferido, sin embargo, la segunda grabación del año 1961 porque está hecha en vivo y con la dirección de Leopoldo Stokowsky, nada menos, a quien recuerdo de pequeño por la película «Fantasía».

La grabación que traigo, sin embargo, tiene algunas alteraciones hechas por mi. En la representación original de 1961, en Nueva York, el público estalló entusiasmado con vítores y aplausos al acabar Corelli por lo que Stokowsky tuvo que interrumpir la obra. Yo he editado este final uniendo la reanudación de la pieza con el final del canto y pasando los aplausos al final. Es decir, he imaginado el transcurrir del aria como debió ser, sin la interrupción del público. Ha sido una manipulación, un experimento, un entretenimiento sin malicia. No obstante, para respetar las cosas como fueron, he incluido también el final tal y como se produjo realmente, con los aplausos del público enfervorecido interrumpiendo la interpretación, y la posterior reanudación de la obra por su director. Espero que se me sepa perdonar esta edición creativa.