En el programa mostramos a la guerrilla maoista, sus ataques, sus aspiraciones y el reconocimiento que brindan a sus héroes. También aparece uno de los líderes en prisión y varios testimonios de encarcelados por su supuesta participación en el movimiento maoista.
En el reportaje se analizan las dos caras de este conflicto con entrevistas a los principales líderes políticos nepaleses, entre ellos Kumar Nepal del partido comunista -del que se escindió el partido maoista -; el ex-primer ministro Sher Bahadur Deuba, cesado por el rey Gyanendra en lo que las fuerzas políticas de Nepal consideraron un encubierto golpe de palacio, así como a otros dirigentes hoy reconvertidos a republicanos.
Aquella crisis colocó al rey frente a los principales partidos democráticos que se manifestaban por las calles de Katmandú por la libertad pero también contra la violencia maoista.
En el reportaje también se habla del magnicidio contra el Rey Birendra y su mujer, asesinados al parecer por su hijo, el principe Dipendra, heredero al trono de Nepal. Entrevisté al médico de palacio, doctor Devkota quien fue llamado inmediatamente para atender a los monarcas y al hijo herido.
El príncipe aún estaba vivo, pero agonizante. El médico no pudo sino certificar la muerte de la pareja real y luego la de su hijo que apareció con un tiro en la sién. Aquella matanza, en la que murieron otras siete personas, tuvo su origen, según se dijo, por la negativa de los padres a aceptar a la novia del magnicida. ¿Suicidio? ¿Asesinato? Las declaraciones que me hizo el doctor Devkota, que le atendió antes morir desangrado, dejan abiertas ambas posibilidades.
Desde las alturas del Himalaya hasta las llanuras del Terai, viví, en compañía de mis queridos compañeros Ángel, Jesús y Juanjo, la cruda realidad de este país en el que sólo una de cada cinco mujeres sabe leer o escribir, o en el que mueren 6 de cada 100 niños nacidos, o en el que, contrariamente a lo que ocurre en los países desarrollados, el hombre sobrevive generalmente a la mujer, cuya edad media de vida, en el medio rural, es de solo 34 años.
Recorrimos algunas aldeas newaríes y otros pueblos cercanos a Biratnagar, en donde muchos de sus moradores veían por primera vez la cara de un extranjero.