El misterio del retrato pictórico de Churchill obra de Graham (digase Greiam, no Grajan) Sutherland

Aquel retrato del primer ministro británico desapareció y hasta hace poco fue uno de los grandes misterios de arte perdido.

En 1954, las cámaras de los Lores y de los Comunes encargaron al pintor modernista Graham Sutherland un retrato del entonces Primer británico, sir Winston Churchill para conmemorar su 80 cumpleaños. Durante algunos meses, desde agosto hasta octubre, el político posó para el pintor en la casa de aquel. Chartwell House, a unos 170 km al sur de Londres.

Sutherland eran un pintor tardío que tenía el respeto de la clase artística londinense por sus trabajos de acuarela y óleo modernistas. Comenzó haciendo algunos estudios preliminares para descubrir la personalidad de Churchill hasta que consideró que era hora de pasar sus bocetos al lienzo. De aquellos trabajos, el pintor nada dijo al político a pesar de la insistencia de éste.
















La mujer del pintor, Katheleen, observando los últimos retoques del cuadro el 22 de noviembre de 1954, días antes de su presentación oficial.

Churchill y su mujer, Clementina, vieron según parece el cuadro un poco antes de su presentación oficial que se celebró finalmente el 30 de noviembre de 1954 en Westminster Hall en una sesión solemne en que también se celebró el 80 cumpeaños del político británico. De aquel momento, las cámaras recogieron el descubrimiento del óleo y las irónicas palabra pronunciadas por el premier británico al ver el cuadro que calificó como «un destacado ejemplo de arte moderno» lo que no debió agradar al artista presente en la ceremonia.

El cuadro, desde luego, no gustó a los Churchill. El propio WInston dijo que aquella pintura le describía como un memo y viejo chocho, por lo  que no consintió que fuese colgado donde estaba previsto, es decir, en las Casas del Parlamento a pesar de haber sido sugragado con dinero público. Y nadie supo más de aquella obra de arte de la que se dijo había sido pasto de las llamas por encargo del matrimonio Churchill.

Años después, se reveló el misterio: según la biógrafa de lady Clementine, Sonia Purnell, la esposa de Churchill preguntó su propia secretaria personal Grace Hamblin el modo de deshacerse del cuadro. La biógrafa dijo al Telegraph en julio de 2015 que el cuadro había sido escondido en un desván en Chartwell House y que como pesaba tanto pidió a su hermano que le ayudara a llevarlo a un descampado situado cerca de su casa. Allí, en medio de la noche, el cuadro ardió en una buena hoguera. Al día siguiente, cuando la secretaria contó a su jefa el destino del cuadro, lady Clementine le dijo que no contara a nadie lo que había hecho para que nadie la culpara de aquello porque había hecho lo que se le había ordenado.





















El famoso cuadro y el pintor posando ante uno de los bocetos
































Imágenes del acto celebrado en Westminster Hall en noviembre de 1954 con el comentario de Churchill sobre el cuadro


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Getty images
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