Barítono lírico

El barítono lírico, la voz más común entre todos los barítonos, con una voz más oscura que la del tenor, aunque puede llegar a confundirse con la del tenor dramático. Es extensa en la zona aguda y muy ágil. 

Quizás un papel característico para barítonos líricos sea el Don Giovanni, de Mozart, o el de Fígaro, de Rossini, y Dietrich Fischer-Dieskau el más sobresaliente de todos ellos.
ALGUNOS PAPELES PARA BARÍTONO LIGERO


        Alfonso (La favorita), Donizetti
        Belcore, L'elisir d'amore (Gaetano Donizetti)
        Count Almaviva, The Marriage of Figaro (Wolfgang Amadeus Mozart)
        Count, Capriccio (Richard Strauss)
        Dottor Malatesta, Don Pasquale (Gaetano Donizetti)
        Dandini (La Cenicienta), Rossini
        Don Giovanni (Don Giovanni), Mozart  
        Enrico (Lucía de Lammermoor), Donizetti 
        Figaro, (El barbero de Sevilla), Gioachino Rossini
        Fra Melitone, La forza del destino (Giuseppe Verdi)
        Frank (Edgar), Puccini
        Giuglielmo (Così fan titte), Mozart
        Giorgio Germont (La Traviata), Verdi
        L'Horloge Comtoise, L'enfant et les sortilèges (Maurice Ravel)
        Malatesta (Don Pasquale), Donizetti
        Marcello, La bohème (Giacomo Puccini)
        Morales, Carmen (Georges Bizet)
        Orfeo, L'Orfeo (Claudio Monteverdi)
        Papageno (La flauta mágica), Mozart
        Pelléas, Pelléas et Mélisande (Debussy)
        Prospero, The Tempest (Thomas Adés)
        Ramiro, L'heure espagnole (Maurice Ravel)
        Renato, Un ballo in maschera (Giuseppe Verdi)
        Riccardo (Los puritanos), Bellini
ALGUNOS TENORES BARÍTONO LIGERO
    Thomas Allen
    Mario Ancona
    Paul Barroilher
    Luigi Basi
    Mattia Battistini
    Jean Blaise Martin
    Sesto Bruscantini
    Dieter Fischer-Dieskau
    Frank Guarrera
    Thomas Hampson
    Herbert Janssen
    Simon Keenlyside
    Robert Merrill
    Jean Périer
    Hermann Prey
    Françoise Le Roux
    Giorgio Ronconi
    Gérard Souzay
    Antonio Tamburini
    Luigi Zamboni
   

WOLFRAM

El personaje de Wolfram quizás sea el único que escribió Wagner para la tesitura de barítono lírico.

Wagner, a sus 32 años, dirigió en 1845 el estreno de Tannhäuser en Dresde (una ópera temprana entre "El holandés errante” y "Lohengrin"), sin mucho éxito. La sobrina del compositor, Johanna Wagner, interpretó el papel de Elisabeth. Wagner hizo varias modificaciones de la obra hasta llegar a la revisión de 1861, que por encargo de Napoleón III, estrenó en la Ópera de París con un texto traducido al francés. Fue un fracaso. En esta versión, llamada de París, el telón se levanta poco antes de acabar la obertura para enlazar con el ballet, la escena de la bacanal enriquecida con nuevas notas sensuales. Este adelanto del ballet molestó a muchos parisinos que se lo perdieron, porque normalmente llegaban a la ópera tarde, según una convención social de la época, pero siempre antes del segundo acto, donde normalmente se interpretaba el ballet. Otra modificación fue la inclusión en escena de Venus, en el acto III.

Existen, pues, dos versiones consideradas como tal de esta ópera: la original de 1845, de Dresde (con una revisión posterior de 1847), y la de París de 1861 (con otra revisión en 1878, de Munich-Viena). Para esta última versión de París, es recomendable la que dirigió Solti en 1971, con René Kollo y Christa Ludwig y la filarmónica de Viena. Para la de Dresde, yo recomiendo la de Keilberth, de 1954 en Bayreuth, con Fisher-Dieskau y Gre Brouwenstijn, versión que es la que ocupa el vídeo adjunto.

Tannhäuser fue un personaje que realmente existió hacia la primera mitad del siglo XIII; fue una especie de juglar del medioevo. La leyenda agrega a su escasa biografía su viaje a Roma para pedir el perdón papal ante los escándalos de su vida licenciosa. 

De la interpretación en 1852 de la obertura de esta ópera nos queda el relato que hizo en 1856 Hans Christian Andersen: «Era la primera vez que escuchaba música de Wagner de quien no había oído hablar hasta entonces. El pintoresquismo de esta poesía musical me atrapó y aplaudí a rabiar, pero fui prácticamente el único: las personas que estaban a mi alrededor me miraban, hubo silbidos, pero aquella música me gustaba y grité “¡bravo!” pese a sentirme tan embarazado que enrojecí.»